Existen diferentes tipos de maloclusión, como la mordida abierta, mordida cruzada, mordida profunda y la mordida invertida, entre otras. Cada tipo de maloclusión es tratado de manera diferente, pero la ortodoncia es la solución más común para corregirlos.
La ortodoncia se enfoca en corregir la maloclusión, alineando los dientes y ajustando la mordida. Este tratamiento dental implica el uso de brackets o alineadores transparentes como Invisalign para corregir la posición de los dientes. El tratamiento de ortodoncia suele durar de 12 a 24 meses, dependiendo de la gravedad de la maloclusión y la complejidad del caso.
El primer paso para corregir la maloclusión es visitar a un ortodoncista, quien examinará los dientes y la mandíbula del paciente para determinar el tipo de maloclusión que se presenta y la mejor manera de corregirla. Los ortodoncistas pueden utilizar radiografías, fotografías y modelos de estudio para evaluar la situación.
Una vez que se determina el tipo de maloclusión, se presenta un plan de tratamiento personalizado. El tratamiento de ortodoncia puede implicar la colocación de brackets o el uso de alineadores transparentes como Invisalign, según las necesidades del paciente. El ortodoncista también puede utilizar técnicas de ortopedia para corregir problemas de mandíbula en casos más complejos.
El éxito del tratamiento de ortodoncia depende en gran medida del compromiso del paciente con la higiene oral y las citas de seguimiento. Durante el tratamiento de ortodoncia, es importante mantener una buena higiene oral para evitar la acumulación de placa y bacterias, lo que puede llevar a la caries dental y enfermedades de las encías.
Además, el paciente debe asistir a las citas regulares con el ortodoncista para que este pueda evaluar el progreso del tratamiento y hacer ajustes en los brackets o alineadores según sea necesario. El no asistir a las citas puede prolongar el tratamiento y retrasar la corrección de la maloclusión.